Cuando ví por primera vez El vagabundo de Tokio y Marcado para matar, quedé absolutamente impresionado. De ahí la idea de rodar un pequeño documental de 30’ que se centrara en algunas de las grandes películas que Seijun Suzuki rodó en los 60 para la productora Nikkatsu. Con la colaboración de los hermanos Carlos y Daniel Aguilar, hicimos esta pieza centrada en los testimonios del propio Suzuki y de su gran amigo el director artístico Takeo Kimura.